El Tank que debería hacer Cartier ahora tiene casi 100 años

Cartier es una de las marcas de relojes que más me gustan, tienen unos diseños bastante interesantes pero a menudo criticados por usar calibre más sencillos. El tema de la fragilidad también es un punto que se les achaca, pero creo que esto es por la mala fama que han acumulado los Must que lanzaron como acceso a la marca durante la crisis del cuarzo.

Relojes chapados en oro con calibre muy sencillos que con un uso intenso, lucen bastante reventados.

Otro tema suele surgir entre los aficionados es que son joyas y no relojes herramienta. Pues hombre ahí poco se puede discutir, aunque sí matizar, herramientas está claro que no son, pero tampoco joyas, son relojes en los que el diseño cobra muchísimo peso. No obstante la marca también ha producido otro tipo de relojes que aunque no son herramientas, si estaño diseñados para usarse de forma intensa.

Entre estos relojes está el Pasha de Cartier, que se remonta a 1931 o 1932 (depende de la fuente a la que acudas), cuando el Pasha de Marrakech, Thami El Glaoui, ordenó un reloj único a Louis Cartier. Un reloj de oro, lo suficientemente resistente como para seguir el ritmo del estilo de vida activo del Pasha, y que pudiera presumir de un nivel de resistencia al agua que era poco común para la época.

Y Cartier respondió con un reloj con un diámetro relativamente generoso para la época, una cubierta de corona y una rejilla de metal para proteger el cristal. Sin embargo esa es la historia que se conoce, ya que no hay demasiadas evidencias, tan solo una fotografía de 1943 de un reloj que lleva todas estas características y se parece bastante al Pasha moderno.

Años más tarde, en 1985 se lanzó el nuevo Pasha, un reloj basado en el original, pero rediseñado por el mismo Genta. Y ya tendríamos el primer reloj herramienta de la marca, bueno dejemos herramienta y digamos hermético de la marca.

Pero no en realidad el primero es de 1931, precisamente del año en que Pasha hizo su solicitud de un reloj resistente. Se trata del Tank Étanche, una versión del famoso reloj inspirado en un tanque Renault FT17 con lenguaje de diseño Art Deco.

Sin embargo este era uno de sus puntos débiles, su característica forma rectangular, ya que no permitía el desarrollar una trasera a rosca pues aunque parece que sí es algo factible si aloja un calibre redondo, la cosa se complica totalmente con el dial montado sobre este.

Para ello, en Cartier decidieron rediseñar la caja con una estructura novedosa que se basaba en una caja de dos piezas rodeada por un sellador de caucho y cerrada finalmente por pequeños tornillos. De esta caja se comercializaron un par de versiones pero que varían ligeramente su diseño, manteniendo el mismo concepto.

Tener un Tank que puedes usar para todo sin preocuparte, me parece una maravilla, un reloj muy a tener en cuenta. Pero parece que esa es mi opinión y no la del público de los 30, ya que el reloj no tuvo demasiado éxito y desapareció del catálogo hasta finales de los 90, que se reeditó bajo la colección Privée.

En estos nuevos relojes se incluyeron algunas variantes muy interesantes con horas saltantes, aunque la más fiel al modelo original era el Tank à Vis Ref. 2484. Sin embargo era solo físicamente ya que no conservaba las cualidades que le permitían sumergirse.

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