¿IWC en Marte?
La historia de la relojería espacial siempre ha estado dominada por un nombre: Omega Speedmaster. Fue el primer reloj en pisar la Luna y desde entonces se ha convertido en un ícono universal. Pero no estuvo solo, a lo largo de los años, otras marcas como Breitling, Seiko, Rolex, Fortis o Casio, han acompañado a astronautas en algún modo durante sus misiones.
Sin embargo, la contribución de IWC ha pasado bastante desapercibida, seguramente por su reciente hito, bastante alejado de la carrera espacial que conocemos.
Antes de adentrarse en los relojes espaciales, IWC ya había dominado los cielos. En 1948, marcó un antes y un después con el lanzamiento del Mark 11, un reloj diseñado específicamente para los pilotos de la RAF británica.
Este reloj no era solo una herramienta precisión, sino que facilitaba la orientación de los pilotos. Esto se debía al calibre manual 89, no el calibre más importante de la marca, pero sí uno de los que cuenta con mayor historia. A esto se le sumaba una esfera negra mate que garantizaba una lectura rápida y fiable en cabina. Y la verdad es que a el conjunto es redondo, a día de hoy sigue viéndose atemporal y con tanta producción (ya que se fabricó durante 40 años, desde finales de los 40 hasta los 80), no es difícil hacerse con uno.
Sin embargo aunque el calibre es de por sí muy fiable, era fue necesario equipar al reloj con una jaula interna de hierro dulce que lo protegía frente a campos magnéticos. Tubo tanto éxito esta herramienta, que a los pilotos del ejército de Reino Unido se les sumaron los de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Era el estándar de oro en relojes de aviación militar.
Y a pesar de que su colaboración con diferentes cuerpos de la aviación sigue activa, como por ejemplo los TOP GUN, era momento de dar un paso más y finalmente IWC llegó al espacio.
En septiembre de 2024, la primera misión del programa espacial privado denominada Polaris Dawn llevó a cuatro tripulantes a bordo de una cápsula Crew Dragon de SpaceX. Su destino era la órbita terrestre más alta alcanzada desde las misiones Apollo, a más de 1400 kilómetros sobre la superficie la tierra.
Y para la ocasión, cada miembro de la tripulación equipaba una versión única del IWC Pilot’s Polaris Dawn, creada especialmente para esta misión, que puede parecer bueno, un reloj conmemorativo, o quizás un reloj más en el espacio, pero la misión conllevaba un par de desafíos interesantes para la relojería.
El reloj fabricado en cerámica blanca, adaptaba una nueva jaula de hierro dulce como la del legendario Mark 11 adaptándola a las necesidades de la misión, es decir, la penetración del cinturón de radiación de Van Allen.
Este es un desafío considerable para cualquier dispositivo electrónico o mecánico, incluidos los relojes, Esta es una zona de radiación altamente energética que rodea la Tierra, atrapada por su campo magnético. Hay dos cinturones principales (interno y externo) y contienen protones y electrones de alta energía. La exposición en esas regiones es decenas o incluso cientos de veces mayor que en órbita baja (LEO), como donde está la Estación Espacial Internacional.
Esto suena muy chulo si te gusta todo el tema de lo espacial, pero la realidad es ¿Cómo afecta esto a un reloj?
Pues de varias formas, la más sencilla y que puede estar más pillada con pinzas en un storytelling de la marca si llegase a contar esta historia es que puede alterar la lubricación, acelerando su descomposición. Pero siendo sinceros esto no afecta en gran manera al desarrollo de la misi´pon ya que cumpliría de sobra para el tiempo que se desarrolló.
Lo más interesante es que la radiación ionizante de esta zona puede afectar componentes metálicos muy sensibles, como el espiral del volante, modificando su elasticidad o magnetizándolo. Y ahí es donde entra en juego la jaula de hierro que he comentado antes.
Al iniciar el articulo comentaba que la historia del IWC ha pasado bastante desapercibida, pero la realidad es que aunque la marca no lo promocione mucho, han demostrado saber hacer relojes para este tipo de cometidos en el espacio y además ostenta el récord de reloj en órbita más lejos de la tierra desde 1972.
Bueno, os regalo una pregunta más ¿Veremos IWC en la muñeca de los astronautas que viajen a Marte siendo SpaceX la empresa tras la misión Polaris y la que está tras la colonización del planeta rojo?