Un Submariner único
La relación de TUDOR con la Armada francesa se remonta a principios de 1956, cuando el Grupo de Estudio e Investigación Submarina con sede en Toulon o Groupement d'Étude et de Recherches Sous-Marines (G.E.R.S.) recibió los relojes que Tudor les había mandado para evaluarlos, unos Oyster Prince Submariner.
Estos relojes fueron las referencias 7922 y 7923 con resistencia al agua de 100 m y tras un periodo de pruebas resultaron en lo que se consideró una resistencia al agua perfecta y un funcionamiento correcto.
Aparentemente esta historia tiene un gran atractivo y cierto romanticismo, sin embargo se vuelve más interesante cuando observamos que una de estas referencias, la 7923, es un Submariner único, tanto dentro de la marca Tudor como si englobamos los lanzados por Rolex.
El 7923 lanzado en 1955, es el único Submariner de cuerda manual producido como he comentado anteriormente tanto por Rolex como Tudor. Esto quiere decir que se abandona el calibre 390 de Fluerier modificado, para adoptar el ETA 1182 derivando en una caja de 37 mm más plana que la de su predecesor, la referencia 7922.
Además en su dial la palabra Prince desaparece, que viene a tener el mismo significado que Perpetual en el caso de Rolex, es decir indica los calibres automáticos, y por consiguiente el clásico SELF-WINDING en media luna, dejando solo la leyenda SHOCK RESIST que se venía viendo en otros relojes de calibre manual de la marca.
Al ser un reloj de una época en la que Tudor estaba experimentando con su incursión en los relojes de buceo y no tener un gran histórico por parte de Rolex, pues llevaba apenas un año más haciendo lo mismo, esta referencia presenta muchísimas variaciones, lo cual hace que sea muy complicado identificar una unidad con todas las piezas originales.
Fijándonos en las leyendas inferiores podemos encontrar 4 variantes de dial, esto sumado a las opciones de agujas disponibles, que las más típicas son de lápiz, pero también fabricaron unidades con agujas mercedes o dauphine, y el brazalete, que podía ser con end link que encaja en la caja del reloj o de pasador recto, podemos encontrar un total de 15 variantes de la referencia. Esto puede parecer abrumador desde el punto de vista de un aficionado, pero la realidad es que es parte del juego vintage y le da ese rollito que engancha, al menos a mí personalmente.
Lo que no puede es hacerse como en otras referencias de Tudor o de Rolex, es establecer estas variantes de referencia dentro de horquillas temporales (veréis de esto cuanto que publique el libro, espero que en poco). Esto se debe como hemos comentado antes, a la fase de experimentación de la marca.
En la referencia 7922 las cajas empleadas provenían de las referencias 6200 y 6538 de Rolex, alterando los números de serie de Tudor que van desde 244000 hasta 288999. Mientras que los de la referencia 7923 van desde 217000 hasta 218999. Es decir se solaparon en el tiempo y según los numerales la referencia 7923 es previa, pero la realidad es diferente.
Es más, este rango de numerales sitúa cronológicamente los primeros relojes en 1957, lo cual es imposible pues la documentación emitida por el gobierno francés a través de la Marina Nacional Francesa se fecha un año antes y los relojes llevaban en producción algún tiempo.
Finalmente tras las pruebas de Groupement d'Étude et de Recherches Sous-Marines francés, el comandante de la compañía solicitó a Tudor un reloj con especificaciones más concretas, como por ejemplo la resistencia al agua de 200 m, dando nacimiento a la referencia 7924 en 1958.